Pollock (2000)

El artista Jackson Pollock (Ed Harris) vivió siempre siguiendo la máxima de "no creo en las casualidades porque niego las casualidades". Uno no puede ni tan siquiera hacer una aproximación al trabajo de Pollock sin que cada golpe, cada salida de tono, cada bofetada, cada arrebato, cada sacudida, cada enojo, cada salpicadura y cada latigazo tuviera una intención específica.