Jeux d'enfants (2003)

Toda una vida para decir “Te quiero”. Y todo por culpa de un juego... O quizá gracias a un juego. Sophie (Marion Cotillard) y Julien (Gui-llaume Canet) han diseñado las reglas del jue-go. Y serán, de por vida, los árbitros... y, a menudo, las víctimas. “¿Te atreves?” “Me atrevo”. Se atreven a to-do, desde lo mejor a lo peor. Ridiculizan los tabúes, se saltan las prohibiciones, se enfrentan a la autoridad, ríen, se hacen daño. Son capaces de todo... excepto de reconocer que se quieren. El juego empieza con un desafío inocente: un desafío para olvidar que mamá está muy enferma... para olvidar que toda la clase la llama “polaca guarra”. Después de unos cuantos desafíos, el juego se ha conver-tido en lo más bonito, lo más intenso de la vida de los dos niños. Juegan, se quieren... El juego, el amor... El amor, el juego... Pero es mucho más simple ser sólo amigos. La vida pasa, el juego si-gue cada vez más intenso, como la pasión... Y cada vez que con-testan “Me atrevo” están diciendo “Te quiero más que a mi vida”. “¡Me atrevo!”

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